Origen, definición y occidentalización del Mindfulness
Origen:
Mindfulness es la traducción en inglés de la palabra “sati”, término del idioma “pali” que viene a significar conciencia, atención y recuerdo. [El “pali” es un idioma índico, ligado con el sánscrito, que aparece en los textos budistas]. La traducción en español no es sencilla, y las expresiones que más se han utilizado son “atención plena” o “conciencia plena”. El origen del mindfulness se encuentra principalmente en la tradición budista, y toma de ella principios, ideas y métodos. Pero si entendemos la capacidad de prestar atención como un “rasgo” de la persona, su existencia podría ligarse prácticamente al inicio de la humanidad. El budismo es una doctrina filosófica y religiosa no teísta, que comprende una variedad de tradiciones, creencias y prácticas espirituales principalmente atribuibles a Buda Gautama. Según el budismo existen cuatro verdades: 1) Toda existencia es sufrimiento; 2) el origen del sufrimiento es el anhelo; 3) el sufrimiento puede extinguirse, extinguiendo su causa; 4) para extinguir la causa del sufrimiento, debemos seguir el Noble camino óctuple. Los elementos del Noble camino óctuple se subdividen en tres categorías: sabiduría, conducta ética y entrenamiento de la mente. “Sati”, el séptimo factor, está dentro de la categoría “entrenamiento de la mente” y bajo el nombre de “Sammá Sati”, Recta Atención, se hace referencia a estar presente o conciencia correcta del momento.
En el momento actual coexisten orientaciones distintas que consideran el mindfulness como un constructo teórico, como una forma de meditación o como un proceso psicológico. Algunos autores ponen énfasis en la meditación formal, mientras que otros dan peso a la conciencia plena en las actividades cotidianas (próximamente editaré un artículo sobre esto). El debate sigue abierto en relación a las connotaciones espirituales de la práctica de la meditación, pudiendo entenderse como una técnica, un enfoque o un estilo o forma de entender de la vida.
Definiciones:
Distintos autores han definido el mindfulness poniendo énfasis en diferentes aspectos y componentes del mismo. Una de las mas clásicas es la de Kabat-Zinn (2003), que define el mindfulness como el “prestar atención de una manera especial: intencionadamente, en el momento presente y sin juzgar”. Vicente Simón (2011), poniendo de relevancia la universalidad del “rasgo” mindfulness, lo define como “la capacidad humana universal y básica, que consiste en la posibilidad de ser conscientes de los contenidos de la mente momento a momento”.
Varios autores han intentado aportar una definición operativa del mindfulness. Entre ellos, el grupo de Bishop (2004) hace referencia al “proceso de regulación atencional a fin de traer una cualidad de conciencia no elaborativa hacia la experiencia actual y relacionarse con la propia experiencia con una orientación de curiosidad, apretura y aceptación”. También puede entenderse como un “proceso para aumentar el insight en la naturaleza de la propia mente y la adopción de una perspectiva de descentramiento de los pensamientos y sentimientos, de manera que puedan ser experimentados en términos de su subjetividad (en vez de validarlos necesariamente) y de naturaleza transitoria (en vez de permanentes)”.
Componentes:
Autorregulación de la atención: mantenerse concentrados en la experiencia inmediata (reconocimiento de los fenómenos corporales, sensoriales, emocionales y mentales). Implica que la persona no está distraída o somnolienta, sino que está centrada en lo que está experimentando. Ello involucra a la atención sostenida (para mantener enfocada la atención), la atención alternante (para volver al foco de atención una vez la mente se ha distraído) y la inhibición del procesamiento elaborativo (para reconocer y observar las distracciones sin juzgarlas y sin quedarse enganchado a ellas). Ésta autorregulación es intencional, un ejercicio voluntario y se enfoca al momento presente, ni en el pasado (rememorando o rumiando), ni en el futuro (anticipando o planificando).
Orientación abierta hacia la propia experiencia: actitud de curiosidad y aceptación de la realidad tal y como es, libre de filtros cognitivos. La actitud de no juicio y apertura a cada experiencia permite la aceptación sin caer en la resignación o la pasividad. Factores relacionados con esta actitud son: no juzgar (postura de testigos imparciales de la propia experiencia, tratando de no valorar ni reaccionar ante los estímulos internos o externos); paciencia (sin acelerar el proceso); mente de principiante (con disposición a ver las experiencias como si fuese la primera vez; considerando cada experiencia diferente a las demás); confianza (creyendo en el propio individuo y experiencia); no esforzarse (no hacer, no practicar esperando obtener un resultado particular); aceptación (tomando cada experiencia tal y como es en el momento presente, sin tratar de cambiarla) y ceder (no aferrarse a determinadas experiencias sean positivas o negativas).
Occidentalización:
Durante el siglo XX se inicia la relación de la psicología y la medicina con el mindfulness en Occidente. Son varias las personas que, desde diferentes ámbitos, disciplinas y orientaciones han contribuido a la aplicación, investigación y divulgación del mindfulness. Erich Fromm, desde su orientación psicoanalista, publica su libro “Budismo zen y psicoanálisis” en 1964. El monje budista vietnamieta y activista por la paz Thich Nhat Hanh, refugiado en Francia desde 1972, ha publicado más de 100 libros. Su obra se centra en la necesidad de transmitir a la acción cotidiana y social una intención profunda de amor surgido de una atención consciente. A partir de los años 70, el uso de la meditación y el acercamiento a la tradición budista se da en algunos terapeutas, hasta que en 1979 se funda el Center for Mindfulness en la Universidad de Massachussets. Su fundador, Jon Kabat-Zinn, se ha enfocado en las aplicaciones clínicas del entrenamiento en meditación de atención plena para personas con dolor crónico y estrés, contribuyendo a la occidentalización de éste tipo de prácticas con objetivo terapéutico y desarrollando uno de los programas más conocidos, el MBRS (Mindfulness-Based Stress Reduction Program). Varios grupos han posibilitado su implementación y divulgación en nuestro país.Existen varios másters y formación de posgrado en diferentes universidades, así como asociaciones y congresos. Todo ello ha contribuido a que mindfulness sea una intervención secular, sin reminiscencias religiosas o culturales, con una base científica sólida y que se utiliza o forma parte nuclear de las terapias psicológicoas de tercera generación.
Bishop, S. R., Lau, M., Shapiro, S., Carlson, L., Anderson, N. D., Carmody, J., … others. (2004). Mindfulness: A proposed operational definition. Clinical Psychology: Science and Practice, 11(3), 230–241.
Campayo, J. G., & Demarzo, M. (2014). Manual práctico mindfulness: curiosidad y aceptación. Siglantana.
Kabat-Zinn, J. (2003). Mindfulness-based interventions in context: past, present, and future. Clinical Psychology: Science and Practice, 10(2), 144–156.
Simon, V. (2011). Aprender a practicar Mindfulness (Sello Edit).
